Presentación Alvaro Valbuena
El Soplo de mi Tierra Natal
Empecé a pintar un día como tantos, cuando el sol del trópico nos invita a buscar refugio en la sombra de la noche; allí donde late el corazón de la verdadera vida; allí donde basta un minuto para tomar conciencia de un siglo, donde cada uno ha dejado su máscara para encontrarse con su cara verdadera.
Son aquellos seres que se creen fuera del alcance de las miradas que traté de aprehender, sin otra pretensión que la de captar sus angustias, sus deseos y sus sufrimientos… y como si la profundidad de la noche fuera el espejo del corazón, al querer penetrar en la verdad del otro, delante de mi papel blanco, yo también me sentí desenmascarado, en ese enfrentamiento con lo Auténtico.
Vengo de Colombia, un país de América Latina increíblemente bello, profundamente religioso y extremadamente violento, donde en cada rincón de la calle nace un artista y florece una ilusión.
Pueda mi obra permitir a cada uno recibir un poco de “esa noche” para que se impregne al soplo de mi tierra natal.
Le Souffle de ma Terre Natale
J’ai commencé à peindre un jour, un jour comme tant d’autres, où le soleil du tropique nous invite à chercher refuge à l’ombre de la nuit ; là où bat le cœur de la vraie vie ; là où il suffit d’une minute pour prendre conscience d’un siècle ; là où chacun a déposé son masque pour retrouver son visage véritable.
Ce sont ces êtres qui se croient à l’abri de tout regard que j’ai essayé de saisir, sans autre prétention que celle de capter leurs angoisses, leurs désirs et leurs souffrances… et comme si la profondeur de la nuit était le miroir du cœur, c’est en voulant pénétrer dans la vérité de l’autre que, devant ma feuille blanche, je me suis à mon tour senti démasqué, dans ce face à face avec l’Authentique.
Je viens de Colombie, un pays d’Amérique Latine incroyablement beau, profondément religieux et extrêmement violent, où à chaque coin de rue naît un artiste et fleurit une illusion.
Puisse mon œuvre permettre à chacun de recevoir un peu de « cette nuit », afin qu’il s’imprègne du souffle de ma terre natale.
Alvaro Valbuena
Carta a Colombia
Cuánto te quiero a ti, mi Colombia.
Quiero volver a verte y encontrarme
Con mi pueblo, con mi gente.
Volver a ver los pajaritos de colores
Que reviven los rincones desolados por el tiempo.
Volver a bailar bambucos, guabinas y pasillos
En las montañas del sur, con un vaso de chicha…
Bajar después para seguir la fiesta,
En las playas de arena caliente
Al compás de la cumbia, el merengue, el vallenato.
Volver a encontrar las esculturales ninfas del mar
Que gritan al unísono
Colombia, Colombia, la grande Colombia.
Allá mi cuerpo acariciado, dormido,
Sumergido en fantasías, escribía palabras dulces.
Allá se confunden las edades y
Se aman las gentes de distintos continentes.
Allá donde la raza mezclada demuestra
Su entereza, su fuerza y su valor.
Allá donde los frutos tropicales que nos nutren
Nos invitan a quedarnos,
Con el tiple y la tambora y los otros instrumentos musicales
Templados con la sangre y el dolor.
Allá en la cordillera donde danzan campesinos
Con espesos pañolones bordados con orquídeas,
Azucenas y claveles, o al borde de la Isla,
Admirando las sirenas de polleras coloradas.
Estos ojos que te miran desde Europa,
Esta boca que sonríe,
Esta mano que dibuja tu hermosura y
que pinta un rayito de luz y esperanza
que trae de la mano a sus tres niños;
va a decirte que la fiesta va a acabar.
Mis pies cansados que han venido y que han danzado,
Que han marchado hasta el final
Mi frente con mis ojos
Que han mirado y que han amado
Con ardiente frenesí.
Mis poemas que han quedado
En el campo del olvido,
Sólo mis pinceles, mis paletas y mis óleos quedarán.
Colombia, Colombia, mi linda Colombia,
Si no puedo volver a verte
Para decirte palabras frescas,
Si no puedo volver a sonreírte
Para volver a tener tu admiración
Si no puedo volver a escucharte
Para volver a vibrar contigo
Entonces un día lo sabrás.
Alvaro Valbuena